“Que nuestra fe sea práctica, laboriosa, ningún contraste debe haber entre la fe que profesamos y la conducta que llevamos; la fe debe ser la norma constante de nuestras acciones, de nuestros pensamientos, de nuestros juicios… En un mundo que quiere muchas veces conciliar a Cristo con Satanás, las prácticas de piedad con usos y costumbres paganas, en nosotros debe resplandecer la pura luz de Cristo.”
VOLVER A LAS FUENTES DEL EVANGELIO
“Volvamos
a la práctica del Santo Evangelio, sin mutilaciones y sin
interpretaciones arbitrarias, siempre buscando penetrar el significado
de nuestro espíritu puro y genuino, para después, confrontarlo con
nuestro juicios y nuestra vida.”
“Existe demasiada discordancia entre aquello que el Evangelio enseña y aquello que nosotros practicamos. Debemos eliminar esta contradicción.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario